En la década del 60, un italiano siciliano proveniente de Catania siembra sus primeros almendros dedicando su vida entera a ellos. Hace poco que partió de este mundo, pero sus hijos y nietos hacen honor a su legado y continúan ese sueño redoblando el compromiso que, en un principio, era una utopía y hoy es una tendencia que suma más y más productores. Ellos trabajan en la provincia de Mendoza apostando a un producto natural, un fruto perfecto, que les devuelve a sus comunidades la merecida recompensa por haber sido los pioneros y los que lo dejaron todo en el proceso hasta el día de hoy.

Su origen yace en Asia, en una zona bastante amplia de Oriente Medio. Más tarde, llega a Grecia e Italia, continuando su camino por el resto de Europa, para que finalmente los jesuitas la lleven de España a las Américas. Las variedades que se obtienen en Argentina son mayormente Guara y Non Pareil. Para nuestros productos utilizamos habitualmente la variedad Guara por sus condiciones organolépticas. La baja producción en comparación con los líderes a nivel global permite hoy un mejor cuidado de los cultivos, sin necesidad de utilizar agrotóxicos para así obtener una almendra de gran calidad.