ACERCA DE SU ORIGEN
Cristales de Sal Marina Atlántica con Trufa Negra
de Península Valdés

Nuestros cristales de sal provienen de Península Valdés, en donde hundimientos tectónicos originaron lagunas temporales que al desecarse crearon salares, ubicados a unos 50 metros por debajo del nivel del mar. Se trata de un lote de tan solo 15.000 toneladas, al cual el planeta le dedicó los últimos 65 millones de años para formarlo y darle sus propiedades. En consecuencia, esta sal se convierte en un lujo al que pocos podrán acceder dado el modo en que se conformó naturalmente esta salina y el hecho de que no se podrá extraer más por ser un área protegida.
LO QUE USTED DEBE SABER
En 1901 se creó el Ferrocarril de Península Valdés, el cual unía la salina del mismo nombre con Puerto Pirámides. Hasta su clausura en 1920, la salina era explotada para producir sal de mesa y proveer de sal a la naciente industria frigorífica y a los buques que transportaban carne argentina al mundo.
QUÉ LA CONVIERTE EN LA MEJOR SAL DEL MUNDO
Además de su sabor incomparable, sus cualidades organolépticas intactas, y sus oligoelementos y nutrientes, que se han preservado por millones de años, la sal de Península Valdés refleja la máxima pureza de un planeta sin la presencia del hombre y mantiene el ADN de la vida misma, sumado a la no explotación comercial de la salina, que se reduce a tan solo 19 años en toda la existencia del mundo.
RECOMENDACIONES ÚTILES
No solo utilizarla para agregar sabor, sino también para dar texturas diferentes a los platos. Es un condimento fácil de tintar, por lo que puede agregar un aspecto visual muy atractivo a las presentaciones de nuestras creaciones. Ideal para preparar carnes de todo tipo.
NUESTRA VARIANTE NATURAL
