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Dulce de Leche Clásico

de Tandil

ACERCA DE NUESTRO PRODUCTOR

En 1855, tres hermanos italianos llegan a Buenos Aires, llenos de esperanza, para comenzar a vender productos de granja. En 1913 logran alquilar, y más tarde comprar, una pequeña planta industrial. Esto solo sería el comienzo… Para 1955, con la colaboración de vascos, suizos e italianos, alcanzan un nivel de calidad y producción inigualables que les permite conquistar el mercado nacional. De allí en más, pasarían a ser la industria láctea más importante en Argentina con cabezas de ganado lechero, mayoritariamente Shorthorn, que producían exclusivamente para los hermanos, quienes de forma artesanal elaboraban leche, quesos y dulce de leche excepcionales con recetas propias y celosamente custodiadas. Hoy día, el bisnieto de uno de los hermanos sigue los pasos de esos increíbles titanes, contando con sus hijos y nietos como colaboradores y compañeros de trabajo. Es así como, desde la localidad de Tandil, emplazada en plena pampa húmeda, este descendiente directo mantiene vivo el legado de su familia.

LO QUE USTED DEBE SABER

A la fecha, muchos en el mundo se disputan el origen y creación del dulce de leche. Continentes, países, ciudades, regiones, mitos y leyendas que se trazan en la historia de la humanidad para definir quién lo invento o quién tuvo ese accidente culinario que resultó en dicho producto o en qué momento histórico ocurrió. Lo que es más, fue declarado patrimonio cultural, alimentario y gastronómico argentino. Un producto que recibe distintos nombres según en qué parte del mapa nos encontremos, pero cuyo espíritu es siempre el mismo.

QUÉ LO CONVIERTE EN EL MEJOR DEL MUNDO

Argentina lidera el mercado mundial en cuanto a producción, si bien más del 90% se consume a nivel local; evidencia de que aún no se ha desarrollado el mercado internacional para este producto. Tandil, a casi 400 kilómetros de Buenos Aires, es una de las cuencas lecheras más importantes del país. Cuenta con un rodeo ganadero propio y un gran nivel de inversión en sanidad animal, sin agrotóxicos ni contaminantes, que nos regala una leche única con la que se produce, desde hace más de 160 años, productos de primerísima calidad. Entre ellos se destaca el mejor dulce de leche del mundo, elaborado artesanalmente, como lo hacían sus ancestros, sin dejar de lado la inversión tecnológica de vanguardia.

RECOMENDACIONES ÚTILES

Un secreto acerca de este producto es no comerlo a cucharadas, sino con un tenedor, ya que su sabor cambia radicalmente. Así nos enseñaron nuestras abuelas y quienes lo fabrican de toda la vida.

Lechería Porteña del 1900
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