Argentina es reconocida mundialmente por sus vinos, los cuales han alcanzado en la última década un nivel de calidad y sofisticación único. Las provincias de Mendoza, Salta, San Juan y Neuquén son consideradas las cuatro cunas por excelencia y cuentan con infinidad de hectáreas cultivadas en terroirs reconocidos a nivel global.

Nuestros vinos han sido seleccionados meticulosamente de cinco bodegas de familias que se han abocado a la vid por generaciones. Gracias a su dedicado trabajo, cada copa que llega a la mesa estimula todos los sentidos, permitiendo disfrutar de un momento único. Y, lo que es más, estos vinos se pensaron y produjeron para convertirse en una experiencia segmentada y exclusiva en pequeños lotes al año.

Nuestros micro-terroirs son seleccionados especialmente por las características del suelo, su composición y minerales. También se consideran otras cuestiones, como la calidad del agua (de deshielo de la cordillera), el riego por goteo, la amplitud térmica, el microclima de cada zona y la selección manual e individual de la uva previo a la elaboración (con descarte de hasta el 40%). Utilizamos nuestras exclusivas barricas de roble francés Seguin Moreau para el descanso de la uva de 12 a 18 meses, y así obtener vinos de reserva y gran reserva de alta gama, ediciones limitadas y numeradas, conformando una exclusiva carta de vinos argentinos.

Esta línea –la primera en su tipo– lleva el nombre de Osvaldo Federico, en homenaje al poeta y amante que hizo de esta bebida un culto y lo compartió con otros.